La pandemia del Covid-19 nos ha traído un metalenguaje, una suerte de vocabulario nuevo, preparado para ser expandido y, en muchos casos, para blanquear las situaciones más dramáticas.

Anciano: La generación que levantó España tras una guerra civil, héroes silenciosos del siglo XX, trabajadores incansables e inmigrantes de maleta de madera y sueños por cumplir, a los que hemos mandado a la tumba con el distanciamiento social que ha decretado el Gobierno.

Autónomo: Pobre currante al que la izquierda ha despojado de derechos por considerarle empresario capitalista, mientras provee de ingresos mínimos a los que viven de la economía sumergida, pero cuyo voto es tan importante como el de los que cotizan y están fritos a impuestos.

Balcones: Escaparates de lágrimas y agradecimientos para los que luchan en primera línea contra la pandemia.

Bulo: En puridad, noticia falsa propalada con algún fin. Hoy, mentiras propagadas por cierta oposición y perseguidas por el gobierno, pero palabra divina si la trola la fabrica La Moncloa.

CIS: Franquicia del Ministerio de la Verdad, hogar del jubilado para José Félix Tezanos.

Compra: Adquisición de bienes necesarios convertida en terrible prueba de estrés.

Confinamiento: Especie de encarcelamiento pero sin condena dictada ni fecha de salida.

Desescalada: Caerse del caballo y darse un testarazo sin plan ni test que lo eviten.

ERTE: Ensayo de despido aplazado a seis meses.

Guantes: Prenda para cubrir las manos que llevaron varias ministras del Gobierno en la manifestación del 8-M, conocedoras de la intensidad de la amenaza viral, a diferencia de la mayoría de las mujeres que fueron alentadas irresponsablemente a acudir sin protección.

Ingreso Mínimo Vital: Ayuda económica, en su mayor parte, para los que viven de la economía sumergida, que pagan las clases medias con sus impuestos mientras, las mismas clases medias (autónomos, trabajadores precarios, etc…) ven cerrar sus negocios, son despedidos y, sin embargo, siguen obligados a cotizar para el ingreso mínimo del que ellos no pueden gozar.

Hibernación: Lo que hacen los osos y ahora se le atribuye a la economía que se va a despeñar doce puntos del PIB.

Ifema: Antigua feria, actual milagro sanitario.

Lealtad: Valor que se le exige a la oposición cuando el Gobierno que lo demanda oculta datos e informa de sus decisiones a través de televisión.

Luto: Signo exterior de pena y duelo que Pedro Sánchez llevará por dentro, a diferencia de lo notorio que fue con los muertos por el terrorismo islamista en París o con el fallecimiento de Alfredo Pérez Rubalcaba.

Mascarilla: Profiláctico que el Gobierno de España quiere utilizar como mordaza.

Muertos: Efímeras víctimas que no serán desenterradas ni siquiera por la memoria histórica a la que es tan adicto este Gobierno.

Niño: Salvoconducto necesario para la libertad, pero a extinguir tras la monumental deuda que les vamos a dejar, Sánchez dixit.

OMS: Organismo internacional que advirtió a Europa en cinco ocasiones antes de marzo de 2020 de la gravedad del virus que iba a llegar, y al que le hicieron el mismo caso que Pablo Iglesias a la obligación de llevar mascarilla cuando se va a comprar y a que sus escoltas no enseñen las pistolas a los vecinos de carrito. 

Rueda de Prensa: Antiguo instrumento de comunicación en el que los periodistas preguntaban libremente, hoy malbaratado para mayor gloria de La Moncloa.

Telepredicador: Antiguo pastor eclesiástico que predicaba a través de la televisión cuyo modelo sigue, sin mucho éxito, el actual presidente del Gobierno todos los fines de semana. 

Teletrabajo: Trabajar en casa las veinticuatro horas sin parar, con reducción de sueldo y aumento de jornada.

Test: Prueba para detectar cuantas veces haga falta si Irene Montero está contagiada de Covid-19 y que la mayoría de la población sigue esperando.

UCI’S: Insuficientes asideros a la vida por la falta de previsión de las Administraciones.

Uniformados: Mandos de las Fuerzas Armadas, la Guardia Civil y la Policía Nacional a los que se ha puesto, hasta ahora, de escudo para ocultar la negligencia del Gobierno.

Vacuna: La luz al final del túnel.